El aceite de soya, como producto principal en el mercado de aceites comestibles, requiere un control de calidad especialmente riguroso durante su proceso de refinación. El oscurecimiento y el olor desagradable del aceite crudo son los principales problemas que afectan la calidad del producto final y la aceptación por parte del consumidor. En este artículo, se analizarán cuatro etapas clave: desgomado, desacidificación, decoloración y desodorización, combinando una perspectiva técnica racional con casos prácticos de operación en fábricas, para profundizar en las causas de los problemas y las medidas de optimización, ayudando a las empresas de producción oleaginosa a mejorar el nivel de sus procesos de refinación y la competitividad del mercado de sus productos.
El oscurecimiento del aceite crudo está principalmente influenciado por la calidad de la materia prima y el proceso inicial de tratamiento. La materia prima contiene altos niveles de impurezas y pigmentos naturales, además un desgomado insuficiente y un uso inapropiado de carbón activado para decoloración son causas comunes.
| Etapa del Proceso | Manifestación del Problema | Solución |
|---|---|---|
| Etapa de Desgomado | Emulsificación incompleta de gomas, oscurecimiento del color | Controlar la temperatura entre 60-70°C, prolongar el tiempo de agitación y añadir ácido en cantidad adecuada para mejorar la eficiencia del desgomado |
| Carbón Activado para Decoloración | Adsorción insuficiente o uso excesivo que causa decoloración incompleta o adsorción del aceite | Seleccionar materiales adsorbentes de alta eficacia, controlar la cantidad entre 0.3%-0.5%, y controlar estrictamente el tiempo de adsorción (generalmente 15-30 minutos) |
Afilar las condiciones del desgomado para evitar el residuo de sustancias colloidales es el primer paso para prevenir el oscurecimiento del aceite crudo. Además, la elección y control preciso del agente de decoloración tiene un efecto significativo en la eliminación de pigmentos y oligómeros.
El olor desagradable del aceite de soya proviene principalmente de la liberación de ácidos grasos libres, productos de oxidación y sustancias volátiles no eliminadas completamente. Cuando el contenido de ácidos grasos libres (FFA) supera el 0.5%, el olor desagradable es especialmente evidente y la estabilidad del aceite disminuye. Las etapas de desacidificación y desodorización son justamente para abordar estos desafíos.
Control de Desacidificación: Controlar razonablemente las condiciones de la reacción de refinación alcalina, separar oportunamente el jabón formado, mantener el contenido de ácidos grasos libres por debajo del 0.3%. Se recomienda controlar la temperatura entre 70-80°C y ajustar el pH entre 7-8 para asegurar una reacción completa sin sobreactivar la saponificación, reduciendo la fluctuación de calidad causada por la recirculación de jabones.
Proceso de Desodorización: Aplicar condiciones de alto vacío (2-5 mbar) e inyección de vapor a alta temperatura, generalmente controlada entre 200-230°C, para eliminar ácidos grasos libres, aldehídos y otras sustancias volátiles responsables del mal olor. Establecer etapas suficientes de lavado con vapor asegura que las sustancias odoríferas sean eficientemente eliminadas, mejorando la calidad sensorial del aceite.
La estabilidad a la oxidación del aceite está directamente relacionada con su color, aroma y sabor. En las normas del sector (como GB/T normas internacionales de aceites y grasas), el valor de peróxidos (POV) y el valor ácido (AV) son indicadores clave. Se recomienda controlar estrictamente la temperatura y humedad durante el almacenamiento, evitar temperaturas elevadas y exposición intensa a la luz, y elegir envases de grado alimenticio que sean opacos y poco permeables al oxígeno.
Los ensayos en fábricas indican que añadir adecuadamente antioxidantes naturales como tocoferol (vitamina E, 50-100 ppm) puede efectivamente mejorar la estabilidad durante el almacenamiento final, reducir el valor de peróxidos y prolongar la vida útil.
De acuerdo con la norma nacional china GB 15680-2009 "Especificaciones Técnicas para la Refinación de Aceites Vegetales Comestibles" y la norma internacional Codex Alimentarius, la operación debe monitorear estrictamente los puntos clave del proceso de refinación y realizar seguimiento de la calidad durante el proceso.
Se recomienda a los gestores de líneas de producción realizar autoinspecciones periódicas, incluyendo pero no limitándose a:
Estas acciones pueden reducir eficazmente la pérdida de calidad causada por procesamiento excesivo, haciendo que el aceite final sea más estable y cumpla con la demanda del mercado.
